Uit El Diario, dagblad uit Uruguay
Volvemos a jugar contra Holanda y va a ser muy difícil, pero no como aquello. Lo que vamos a enfrentar no es novedad y la celeste ya no es un anacronismo. Nos irá mejor o peor, pero llegamos preparados para dar cuanto podemos. Esta selección no se armó como la del 74, sumando nombres al estilo de un jugador ingenuo de Play Station. Sufrió mucho en la clasificatoria y aprendió a no regalarse; asume la necesidad de contener a los contrarios y llevar el partido hacia donde le conviene para buscar oportunidades. Trabaja, da trabajo y es, intensamente, mucho más un grupo que un conjunto de individuos. Y así logra lo que hacía Holanda de otra manera en el 74: que el rival tenga frente a sí a una criatura colectiva, que no deba superar a uno sino a todos. No es poco. Ojalá que sea suficiente.
Marcelo Pereira
Frits Barend
Volg Frits op Twitter